El proyecto surge de la necesidad de cubrir y climatizar, al menos, una de las piscinas del equipamiento existente. No obstante, se incluyen también labores de mejora de la accesibilidad y reurbanización del entorno; así como la mejora y adecuación de la piscina exterior.

El nuevo volumen edificado cuenta con dos plantas de altura. La planta superior de cara a  causar el menor impacto posible se divide en dos franjas horizontales. Una vidriada en la parte inferior permitiendo una permeabilidad que conecte el interior con el exterior; y una cobertura de chapa de aluminio plegada-microperforada que aporta una imagen visible y atractiva del nuevo carácter del edificio en la parte superior.

En el interior los espacios se distribuyen de manera diáfana. La circulación favorece la concepción del interior-exterior con un flujo de paso constante. En cuanto a la propuesta cromática se opta por la mezcla de la estructura de madera, aportando calidez,  con el resto de acabados cerámicos en tonalidades blancas, grises y negras.