El proyecto supone la transformación de una antigua clínica dental, sita en un edificio de oficinas en el barrio de Deustu (Bilbao), en un estudio de arquitectura.

El espacio, con una superficie de unos 79m², se distribuye en un amplio espacio de trabajo con capacidad para ocho puestos fijos. El gran ventanal que ocupa toda la fachada dota de luz y vistas a todas las estancias. La sala de reuniones, espacio central del conjunto, se relaciona visualmente con la zona de trabajo mediante un cerramiento de vidrio y madera que permite aprovechar al máximo la luz exterior a la vez que permite concebir ambos espacios como uno único, manteniendo la privacidad acústica de la estancia.

Las dependencias más privadas, almacén y office, se separan del resto mediante tabiquería ligera. Cuentan con doble acceso de forma que la circulación sea lo más fluida posible. En cuanto a los acabados escogidos, predominan los colores claros y la madera, así como piezas de almacenamiento de altura reducida, de forma que la claridad alcance todo el espacio.